Zapatos viejos

En el texto “Bárbara charanga”. Bajo el signo de Leo (Sexto mamotreto), aparece el “Rapto de los coturnos”, cuyo título completo añade, “(…) si alguien hubiese apechado, el mismo perjudicado aparente, o el otro, con la empresa de poner en escrito la farsa”, dice: “… el donoso y coqueto paquete-encinta de los zapatos viejos. Viejos como los que cantó el tuerto Luis C. López Escauriaza”. Donde figura la alusión, es el soneto “A mi ciudad nativa”. El poema de Luis Carlos López (1879-1950) dice así, luego de un epígrafe de J. M. de Heredia que reza, “Ciudad triste, ayer reina del mar”:

Noble rincón de mis abuelos: nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas (…).
Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín (…).
Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada (…)
¡Ya no viene el aceite en botijuels!
Fuiste heroica en los años coloniales,
cuando tus hijos, águilas cudales,
no eran una caterva de vencejos.
Mas hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno le tiene a sus zapatos viejos (…).

Hasta hace poco tiempo existió un monumento que representaba los zapatos viejos, cerca de la calle que lleva su nombre, frente al puente de chanmbucú.

« Back to Glossary Index